Espacio de inspiración y trabajo colaborativo y de comunicación con estudiantes interesados en los temas educativos, desde la perspectiva de las Políticas Públicas.
26 oct 2010
Replico una buena columna.....
"Las pruebas muestran que en el contexto internacional estamos muy mal, sin diferenciar ricos y pobres"
"Es mejor ser rico que pobre" fue la frase que hizo de Kid Pambelé un intelectual de los puños. Pero desde que Aristóteles recibió el encargo de educar a Alejandro Magno ya era claro que resultaba mejor saber que no saber. Y es que el que no sabe, simplemente chambonea. Si a uno se le daña un aparato y va donde alguien que sabe, rápidamente se encuentra el problema y se provee la solución. Si acude a alguien que no sabe, puede recibir una respuesta parecida a "muestre le cacharreamos": a veces atina y arregla el aparato, pero es probable que lo deje inservible: lo grave es que no se sabe con precisión qué pasaba.
El asunto es más grave cuando quien tiene que tomar decisiones es un alcalde, un ministro o un funcionario en cuyas manos se ponen enormes recursos públicos para resolver problemas urgentes de toda la población. Lamentablemente, muchos creen que ser elegidos o nombrados para desempeñar una responsabilidad de estos tamaños es suficiente y que el saber vendrá por añadidura. Con la mejor buena voluntad se dedican a cacharrear con el aparato público haciendo gala de esfuerzo, trabajo y dedicación, pero rara vez aciertan.
Algo de esto sucede desde siempre con la educación del país en todos sus niveles, desde luego con honrosas excepciones.
Personas que jamás hubieran sido designadas para manejar la economía o el sector energético del país no han tenido escrúpulo en aceptar el Ministerio de Educación, las secretarías territoriales o los cargos técnicos que orientan el sistema.
Los últimos resultados de las pruebas del Icfes (Saber 11) demuestran que todavía no sabemos casi nada sobre la calidad de la educación, a pesar de que en los últimos años ha sido el propósito más cacareado. Es importante tener en cuenta que los resultados concretos de aprendizaje a lo largo del proceso educativo dependen mucho de dos factores: el nivel cultural de las familias y la capacidad pedagógica de los colegios. Un colega a quien aprecio mucho dice con ironía que el puntaje de las pruebas no dice si los colegios privados son mejores que los oficiales, ya que la diferencia la marca el apellido. Esto indica que sabemos de sociología, pero no de educación. Las pruebas muestran que en el contexto internacional estamos muy mal, sin diferenciar ricos y pobres.
Bogotá ha invertido en los últimos años cerca de cuatro billones en infraestructura de las mejores especificaciones, miles de millones en capacitación y otros miles de millones (cerca de 30.000 por año) en programas diversos para mejorar la calidad de los colegios oficiales, pero en los resultados de este año solo una o dos instituciones quedaron clasificadas en la categoría muy superior.
Es claro que el solo dinero, sin conocimiento científico y liderazgo académico, no produce resultados. Lo malo es que tampoco se sabe dónde han estado las equivocaciones. Probablemente ha habido falta de continuidad, a lo mejor no sirve reducir un saber complejo a frases publicitarias, de repente hay problemas en la designación de rectores, podría haber problemas en la organización de los colegios... quién sabe. Como si fuera poco, se ha conocido la preocupación de que un porcentaje escandaloso de estudiantes van perdiendo año con el nuevo modelo de evaluación.
Es una lástima, pues la educación de Bogotá se había convertido en ejemplo nacional.
Si bien es alentador reconocer la preocupación del nuevo Gobierno Nacional por avanzar en la búsqueda de calidad de la educación pública como elemento fundamental de equidad social, es preocupante la ausencia de propuestas concretas que se puedan enriquecer, apoyar o controvertir. En varios círculos, incluyendo al presidente del partido de 'la U', se comienza a sentir malestar con la falta de liderazgo en el sector.
Y de regalo por la lectura a este excelente artículo de opinión, este otro documento....
Maestría en Dirección y Gestión de IE
Licenciatura en Pedagogía Infantil
Las Competencias
Discurso Steve Jobs - Apple.......
¿Sabia Usted que....?
¡Basta de Historias! La obsesión latinoamericana con el pasado y las 12 claves del futuro
Una entrevista de CNN con Andrés Oppenheimer (periodista y editor del Miami Herald para América Latina) quien lanza su libro “¡Basta de Historias! La obsesión latinoamericana con el pasado y las 12 claves del futuro”.
Habla sobre la importancia de la educación para el desarrollo de nuestros países y señala el papel que, para el mejoramiento de la calidad educativa, deben cumplir el Gobierno, los docentes, los empresarios, el sindicato.
Comparto las dos sesiones de toda la entrevista, porque contiene planteamientos muy interesantes.
Entrevista - Primera parte (15 minutos)
Entrevista - Segunda parte (8 minutos)
Vea también esta nota periodística en el Herald
Vea también esta nota periodística en el Tiempo
.. y esta otra
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