Si bien la educación es el factor más protagónico para mejorar las condiciones económicas y sociales de un pueblo, las posibilidades para que esta variable provea correctamente las bases para esa mayor equidad social y económica son más exigentes que ella misma. Y es deber de los Estados generar esas correctas bases.
Pero quién es el Estado? Muchas beses, y es casi frecuente, caer en el error de concebir el Estado como algo externo a nuestra práctica ciudadana. A esa necesidad y capacidad que tenemos de construir lo que queremos como sociedad, con base en la estructura de Estado que queremos a partir del sistema político que hemos de fortalecer para ello.
Nuestro sistema democrático merece mayores atenciones y consideraciones, como el sistema político que tenemos para mejorar las condiciones de Estado que necesitamos, en tanto las consideraciones de equidad social y económicas que requerimos. Por lo tanto, sólo con un buen papel del Estado lograremos un buen sistema educativo que permita estas bases sostenibles que aseguren la permanencia de esta figura de Estado que necesitamos.
Pensar en ello, es pensar en por qué nuestra sociedad amerita un repensar de lo que queremos como tal. Porque las actuales condiciones económicas y sociales, reflejadas por la falta de una adecuada distribución del poder político, requieren con suprema urgencia mirar a la educación como clave para superar este propósito.
Dos artículos contextuales a este tema les sugiero leer para profundizar en nuestro debate...
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