31 ago 2014

La nueva Ministra de Educación, Gina Parody, haciendo Política Educativa

Opinión
La recién nombrada Ministra de Educación, en el segundo gobierno del Presidente Juan Manuel Santos, desde su posesión viene adelantando una serie de actos públicos, en escenarios educativos, que demuestran el que-hacer de la cabeza de este sector en cuanto a la construcción de política pública; ya que es el gobierno nacional, en cabeza de la Ministra Parody, el principal actor de este proceso de construcción.

Como lo hemos indicado en nuestros Seminarios, la construcción de la política pública, para nuestro caso en educación, implica el diálogo y la negociación sobre los asuntos que urgen a todos los involucrados en este ámbito. Seguramente la Ministra visualiza asuntos urgentes, desde su mirada macro del sector, y existirán otros actores que visualizan asuntos urgentes desde su particularidad de actuación. Y muchos otros desde sus nobles -u oscuros- intereses hacia el sector. Lo importante es que todos los actores involucrados participemos de esta dinámica que comienza a mostrar la Ministra, para fortalecer y proyectar un sector educativo que responda a todos los intereses -salvo los oscuros- de los involucrados con propósito de sociedad próspera y feliz.

Algunos actos de la nueva ministra se vienen registrando en los medios. Vale por lo tanto, como ejercicio de revisión académica de la construcción de la política pública, hacer un registro de ellos y analizar el curso de acción y el flujo de información que se produce para determinar el ciclo de las políticas públicas que en educación se comienzan a gestar en el País.  

Registro de información:
- Visita a un colegio en Cartagena, donde el Presidente de la República fue Profesor de Matemáticas y la Ministra su Rectora.
- Reunión de la Ministra con la Federación Nacional de Educadores.
- Visita de la Ministra a la Universidad Pedagógica Nacional, lugar donde se forman los maestros del País.
......
Qué otros actos más se han o se están registrando? Comencemos a comentar aquí, en este blog, y hagamos esa revisión, para ir monitoreando y evaluando esta trayectoria de política pública en cuanto a los resultados futuros esperados en educación: Colombia la más educada de América Latina.

22 ago 2014

La Economía del Comportamiento y la Efectividad de las Políticas Públicas

Por considerarlo de interés académico, para la línea de Política Pública en nuestros Seminarios en la Universidad de La Sabana, replico el siguiente artículo que salió en Elespectador.com

Este es el link: http://www.elespectador.com/noticias/actualidad/politicas-publicas-colombia-necesita-articulo-512197

La corrupción, la evasión de impuestos, el mal manejo de recursos, o el hecho de que el requerimiento de poner una foto en la hoja vida afecte significativamente la probabilidad de conseguir trabajo, se pueden entender como un mal diseño de las políticas públicas. Lo cual según los expertos en psicología y en la Economía del Comportamiento se debe a que las medidas adoptadas por los gobiernos no están alineados con la conducta natural de las personas, y que la falta del entendimiento de este aspecto es la razón por la que fracasan la mayoría de sus directrices.
Algunas evidencias de esto fueron expuestas este viernes en el foro La Influencia de la Economía del Comportamiento en las Políticas Publicas, organizado por la Universidad de los Andes, y que tuvo la oportunidad de contar con el profesor de la Universidad de Harvard, Sendhil Mullainathan, uno de los académicos que más ha aportado en este campo de estudio.
Las indagaciones de Sendhil lo han llevado a descubrir que uno de los principales retos que enfrenta la implementación de las políticas públicas es la brecha que hay entre lo que quieren hacer y lo que realmente hacen las personas. El drama de levantarse temprano es un ejemplo de esto, porque todos fijan una hora a la que deben levantarse pero esto no es lo que necesariamente sucede a la mañana siguiente, pues muchos apagan como pueden el despertador y siguen durmiendo.
Por esta razón a pesar de que se puedan implementar medidas coercitivas razonables, si este tipo de directrices no están alineados y no entienden la conducta natural de la problemática que se quiere remediar, no se podrá lograr ningún cambio de manera eficiente. Por ello la Economía del comportamiento propone estrategias que le den más fuerza al poder del autocontrol, como por ejemplo los despertadores con ruedas motorizadas a los que hay que perseguir para que dejen de sonar, puesto que son mecanismos que persuaden a las personas hacia el comportamiento deseado, se dijo a manera de divertida durante la charla.
Un ejemplo de la efectividad de este tipo de políticas fue el experimento que se realizó con una población en California en 2008, con la cual se quería modificar su comportamiento para que se obtuviera una reducción en el consumo de energía. La estrategia correctiva radicaba en notificar por medio del recibo de pago cuánta electricidad gastaba cada hogar frente a sus vecinos más y menos ahorradores, y con base en esto se les daba una calificación por medio de caritas felices. Los resultados revelaron que se logró disminución de entre 2% a 3%, que es equivalente a una directriz estatal que aumente el precio del servicio un 18%. Esto indica que este tipo de planificación lleva a los ciudadanos al comportamiento deseado de una manera más eficiente y menos regresiva.
Es una perspectiva con mucha aplicabilidad, que inclusive por medio de economistas como Juan Camilo Cárdenas, profesor de la Universidad de los Andes (UA), ya está siendo implementada en el país. Sus investigaciones han replicado muchas de las teorías de Sandhil. Él encontró que el requisito de poner una foto en la hoja de vida hace que las personas afrodescendientes tengan 10% menos probabilidad de conseguir trabajo que las blancas, cifra que se podría reducir si se tuviera en cuenta la teoría del comportamiento en las planificaciones de Colombia.
Asimismo, Ana María Ibáñez, decana de la facultad de economía de UA, por medio de las investigaciones de la Encuesta Longitudinal Colombiana (ELCA), ha encontrado que a pesar de que las políticas públicas implementadas han mejorado en cierto grado el bienestar en los colombianos, los resultados han mostrado mucha volatilidad en este aspecto. Es por esto que la Economía del comportamiento es tan importante para el país, “porque puede ayudar a reducir las trampas de pobreza que surgen por la mala planificación de algunas directrices del gobierno”, expresó Cárdenas.

14 ago 2014

Los desafíos de la continuidad de la Política Pública; más allá de los gobiernos

Inicia en Colombia (el 7 de agosto de 2014) un nuevo gobierno del Estado Colombiano. Gobierno re-elegido para otros cuatro años. Por lo tanto este gobierno tendrá la oportunidad de continuar políticas de interés o enfatizar en algunas que legitimarán su labor. Así que tendrá cuatro años más para ello (desde 2010 y hasta 2018).

Este gobierno sucedió a otro gobierno, que también tuvo la oportunidad de ser re-elegido. Así que tuvo ocho años para desarrollar sus políticas (desde 2002 y hasta 2010).

Pensando en los desafíos de las políticas públicas en educación, vendría bien hacer una revisión cuáles de ellas tuvieron -y quizás puedan tener- una verdadera oportunidad de concretar resultados que satisfagan las expectativas sociales.

Por ello comparto con ustedes esta inquietud y también les invito a comentar aquí -como debate en este blog- sus reflexiones al respecto. Y para ello sugiero la lectura de los documentos publicados por la Cartera de Educación de estos gobiernos: 2002 - 2010  ;   2010 - 2014  

Y si se desea mayor análisis al respecto y contrastar los resultados de las políticas educativas desarrolladas por los gobiernos, en cuanto a los intereses sociales, valdría la pena contrastar estos resultados con los propósitos de los Planes Nacionales Decenales de Educación, que son expresión y sentires de los interesados en los temas educativos.

13 ago 2014

Los desafíos y las dificultades de las políticas públicas y sus resultados

Una de las grandes reflexiones que ocurre siempre en los Seminarios que sobre Política Pública realizo en la Facultad de Educación de la Universidad de La Sabana siempre gira en torno al cumplimiento de los propósitos de las políticas públicas. En otras palabras: la gran distancia entre lo que se establece (lo que se predica) y lo que resulta (lo se que se aplica).

Los análisis teóricos en esta materia establecen que en el ciclo de las políticas pública siempre ocurren "fugas". Que cada etapa que la configura (Origen, Diseño, Implementación, Evaluación) puede ser susceptible de mejorar; o que en cada etapa no están todas las condiciones dadas para que sea completa en sí. Por lo tanto se generan brechas de oportunidad -en sentido optimista-.

Por considerarlo entonces de interés académico, replico aquí un artículo del Profesor Francisco Cajiado * con relación a un caso particular: la actual gestión de la política pública educativa en Bogotá, publicada en el siguiente link:


Los colegios y jardines de Petro: entre el deseo y la realidad


Gestión controvertida
Uno de los temas que más ha debate ha despertado en el Concejo de Bogotá y en la opinión pública durante los últimos meses ha sido el de la construcción de los cientos de colegios y jardines infantiles que ofreció el alcalde Petro en su Plan de Desarrollo.
El pasado 27 de julio El Espectador publicó un extenso artículo titulado “Construir colegios, un dolor de cabeza”, donde se señala que el sector educación salió bien librado en la encuesta Bogotá Cómo Vamos, tanto por los avances en los resultados de las pruebas Saber 11, como por el aumento notable de los recursos, que pasaron de 2,3 a 3,2 billones de pesos entre 2012 y 2013.
Sin embargo, dice la nota, “hay una cifra que opaca la gestión: de los 100 colegios que el alcalde prometió construir, solo ha entregado 10. No obstante, se espera que deje listos 72 colegios nuevos. (…) Además, entre 2012 y 2013 se asignaron $393.000 millones para la construcción de colegios nuevos y al 31 de diciembre de 2013 estaban sin ejecutar $256.000 millones, es decir, el 65,2 por ciento del presupuesto”.
Ante estas denuncias, el secretario de Educación distrital Óscar Sánchez se ha defendido diciendo que conseguir predios para construir colegios en Bogotá es muy difícil y que el ciclo de maduración de cada construcción, que incluye la consecución de lotes, el diseño de obras, la obtención de licencias, la apertura de licitaciones y la ejecución de los contratos, lleva entre cinco y seis años.Dificultades conocidas
Estas dificultades, que son ciertas y no constituyen ninguna novedad, podrían explicar la lentitud con que la administración distrital pasa del deseo a la realidad. Por ejemplo, la construcción de los 25 colegios que se entregaron en concesión se inició en la administración de Enrique Peñalosa y se concluyó seis años después, en la alcaldía de Luis Eduardo Garzón.
En los cuatro años de Garzón se realizaron esfuerzos enormes para lograr la construcción de cuarenta colegios nuevos, lo cual no había ocurrido nunca en un período tan breve. Mientras tanto, en el traumático período que correspondió a Samuel Moreno apenas se concluyeron unos pocos, algunos iniciados por su predecesor.
No puede argumentarse, entonces, que los tropiezos que ahora aparecen hayan sido una situación imprevisible que no podía contemplarse en el proceso de elaboración del Plan de Desarrollo.
Además, muchas voces advirtieron al elegido alcalde Petro sobre la dificultad de llevar a cabo sus promesas de jornada única para toda la educación pública de Bogotá, la construcción de 100 colegios nuevos y la puesta en funcionamiento 1.000 jardines infantiles adicionales.
Además de enunciar sueños imposibles, se decidió desbaratar las cosas que funcionaban razonablemente bien y reinventar todo el modelo de gestión social.
Soñar sí cuesta
Una vez iniciada la administración de Petro fue evidente que los sueños educativos del Plan de Desarrollo Bogotá Humana eran imposibles de lograr, ya que, si bien estaba el dinero para llevarlos a cabo, faltaba la capacidad para ejecutar los planes, los programas y los proyectos, los cuales no eran realistas y no pudieron comprarse solo con recursos del presupuesto.
Por esto fue necesario empezar a matizar las promesas y al final lo que quedó en el documento que se llevó al Concejo fue el compromiso de entregar en los dos primeros años de gobierno 595 aulas infantiles, construir 30 colegios nuevos, reconstruir otros 56 y terminar 39 colegios empezados por administraciones anteriores.
Estas metas, mucho menos ambiciosas que las enunciadas en la campaña, debían ser concluidas en los primeros dos años.
Sin embargo, según el concejal Juan Carlos Flórez: “de los 190 jardines nuevos que la Secretaría de Educación tiene que construir en cuatro años, la entidad solo ha podido entregar uno y apenas 13 tienen adjudicado un contrato. Y de los 125 colegios que deben estar listos en 2015, solo tres (que alcaldías anteriores dejaron avanzados) estarían listos este año”.
Sin duda, el concejal Flórez ha sido un duro opositor al gobierno de Petro y en materia de educación se ha ensañado contra la ejecución del Plan de Desarrollo, tal vez sin reconocer muchos de los avances reales. Pero también es innegable que en materia de educación, como se dice coloquialmente, el gobierno distrital ha “dado papaya”.

El otro gran tema de discusión ha sido la construcción de jardines infantiles y la ampliación de cobertura en la primera infancia.
Los jardines colgados de Bogotá
Sobre este aspecto hay que decir que el plan de Petro tuvo como justificación las necesidades prioritarias de la población más pobre, y que pretendía resarcir el golpe que el presidente Pastrana le asestó a la educación con su Ley 715de 2001. En cierta medida, el deseo de Petro era recuperar una década perdida en la atención de los niños más pequeños.
Pero de ahí a que se pudieran construir o habilitar mil instalaciones en cuatro años para atender 68.000 niños había un trecho infranqueable, considerando las restricciones que se impusieron en el Plan Maestro de Educación y en el Plan de Ordenamiento Territorial, que en su momento pusieron al borde del cierre los jardines que ya existían.
A esto hay que añadir el problema que tiene la Secretaría de Educación para cumplir este propósito, pues el régimen laboral de los maestros y la brevedad de la jornada que se ofrece a los niños que cursan el grado único de preescolar no coincidían para nada con el plan enunciado.
Era lógico que esta función se siguiera cumpliendo por parte de la Secretaría de Integración, que tiene una larga y exitosa experiencia en el tema. Sin embargo, en la administración de Petro, además de enunciar sueños imposibles, se decidió desbaratar las cosas que funcionaban razonablemente bien y reinventar todo el modelo de gestión social de la Alcaldía.
En principio, la cobertura adicional en los primeros dos años debía llegar a los 25.000 niños en 1.018 aulas habilitadas para este fin (no jardines como prometía Petro), pero el balance que hizo Flórez a finales de 2013 indica que del presupuesto asignado para cumplir esa tarea, que era 182.300 millones de pesos, la Secretaría de Educación solo había comprometido el 2,7 por ciento al mes de septiembre. 
¿Por qué otros pudieron y Petro no?
El problema de la actual administración no es su falta de resultados, pues los tiene en abundancia, sino la falta de un referente claro en la planeación. 
El gobierno Petro se defiende diciendo que jamás había habido tanta eficiencia en los procesos de inversión, lo cual suena un poco exagerado si se verifican con cuidado las cifras de administraciones anteriores comparadas con sus respectivos planes de desarrollo.
Después de repasar datos de quince años de promesas, logros y frustraciones en torno al desarrollo de la educación en Bogotá, podría afirmarse que la ciudad ha conseguido en este tiempo un progreso muy notable.
Desde la primera administración de Mockus hasta hoy vienen desarrollándose programas ambiciosos que han logrado indudables avances en cobertura y calidad. Desde luego, siempre son más los retos que los logros y también es posible reconocer resultados mejores en ciertas administraciones en determinados aspectos.
Por ejemplo, Mockus inició procesos muy importantes de educación ciudadana que antes no tenían ninguna relevancia. Peñalosa emprendió la construcción de grandes colegios donde antes apenas se hacían aulas de mala calidad; además desarrolló el sistema de bibliotecas del cual se desentendió la actual Secretaría de Educación.
Mockus II continuó las obras emprendidas por su antecesor e impulsó programas de ocupación de la ciudad por parte de los estudiantes. Y Garzón realizó el más grande plan de infraestructura de las últimas dos décadas y puso en marcha la estrategia de escuela-ciudad–escuela, que permitió llevar a más de un millón de niños a museos y espacios públicos y recreativos de la ciudad.
Todos estos logros se pueden verificar y se puede evaluar su ejecución a partir de los planes de desarrollo sectorial que hizo en su primer año cada administración de acuerdo con pautas claras de objetivos, metas, recursos, tiempos y responsables institucionales.
Pero el problema de la actual administración no es su falta de resultados, pues los tiene en abundancia, sino la falta de un referente claro en la planeación. Por ejemplo, el Plan Sectorial de Educación no se hizo en el primer año de gobierno y apenas terminando 2013 se distribuyó muy restringidamente un documento sobre el cual fue imposible hacer evaluaciones por su falta de concreción.
Como si fuera poco, el POT firmado por Petro (dejando de lado que ha sido negado por el Concejo) no se ocupó del asunto de la infraestructura escolar, cuando es justamente la reglamentación urbana la que no ha permitido agilizar la construcción de nuevos colegios.
No sobra recordar que aprender del pasado es un buen criterio de planeación, y a la administración del alcalde Gustavo Petro le caería muy bien revisar el historial de la ciudad en materia de ejecuciones educativas, para entender que el dinero por sí solo no asegura el éxito de una gestión.

 * Filósofo, magister en Economía. Consultor en educación, ex Secretario de Educación de Bogotá y columnista de El Tiempo.

4 ago 2014

Los desafíos de la educación en Colombia: la propuesta de Política Pública sobre Educación Terciaria

Desde la fallida reforma a la Ley 30 de 1992, sobre educación, hace tres años, el día de hoy 4 de agosto de 2014 el país cuenta con una propuesta sobre esta materia. El CESU la presentó públicamente, aunque construida con amplio espectro de la población interesada, liderada desde el Ministerio de Educación Nacional.
 Este documento abre un escenario de debate interesante para el País. Pero también tiene grandes restos de acuerdos sobre el sistema que debemos tener, porque no es sólo la concepción de la educación superior. Es también la configuración articulada y armónica de todos los niveles educativos, incluyendo -incluso- la nueva concepción de la educación terciaria, que involucra lo que aún sigue siendo un mundo desconocido: la formación profesional. (vea más información aquí)

Juan Manuel Restrepo Abondano, rector del Colegio de Estudios de Administración - CESA -, en su columna de ayer en el diario El Espectador, publicó un interesante análisis al respecto, que motivo leerlo aquí. Además, el día de hoy, en este mismo diario, salió la siguiente nota, que se replica para alentar el debate académico en nuestro seminario (http://www.elespectador.com/noticias/educacion/los-pilares-de-politica-de-educacion-superior-miras-203-articulo-508536)


Con la presencia de la ministra de Educación, María Fernanda Campo, el Consejo Nacional de Educación Superior (CESU) presenta al país su propuesta de Política Pública de Educación Superior. 
Para los próximos 20 años, la educación superior en Colombia deberá ser uno de los pilares fundamentales por los que se construiría una sociedad en paz con justicia, cultura, democracia, inclusión, prosperidad y competitividad.
Esta es la visión a la que le apunta el CESU, conformado por 16 consejeros, para dar a conocer su propuesta de lineamientos de política para la excelencia de la educación superior en el país, construida con el aporte de sectores sociales y académicos.
El 'Acuerdo por lo Superior 2034: propuesta de Política Pública para la excelencia de la educación superior en Colombia' está compuesto por 10 apuestas, estructuradas en 136 lineamientos, encaminados a proyectar el sistema de educación superior a largo plazo, con el objetivo de generar las mismas oportunidades de acceso a los ciudadanos y ser flexible, incluyente, con calidad y soportado en una institucionalidad que garantice la armonía del sistema, su coherencia, sostenibilidad, organización y control.
En cada una de las dimensiones, la propuesta incluye una mirada de contexto, los problemas nodales y los posibles cursos de acción.

Educación inclusiva

La primera gran apuesta se define como la exigencia de que la educación superior sea un derecho de todo grupo poblacional, lo cual incorpora tres procesos: acceso al estudio de todo interesado, cobertura acogiendo a quienes la buscan y atendiendo a quienes ingresan y reconocimiento de la diversidad para quienes permanezcan.
Este punto abarca problemas nodales en ubicación, índices de pobreza, propuestas académicas insuficientes, migración de jóvenes rurales a las zonas urbanas, rigidez de procesos curriculares y acompañamiento académico insuficiente, entre otros.
Para resolver estos problemas, el CESU propone, por ejemplo, la implementación de servicios de apoyo pedagógico y tutorías, estrategias en pro del respeto de las diferencias, formación docente inclusiva y un sistema de evaluación de políticas inclusivas.

Calidad y pertinencia

El sistema colombiano de educación superior es diverso institucionalmente, pues incluye la educación superior pública y privada en sus diferentes niveles (universitario, técnico, tecnológico, instituciones universitarias), modalidades (presencial, mixta y a distancia) y tipos de orientación.
A pesar del esfuerzo por asegurar un Sistema de Aseguramiento de la Calidad (SAC), existen dificultades en las que se destaca la necesidad urgente de que las instituciones de educación superior (IES) adopten prácticas de mejoramiento continuo o incorporen criterios de internacionalización a su autoevaluación.
La apuesta es por fortalecer estos mecanismos de evaluación y control, permitiendo que se avance en aseguramiento de la calidad desde preescolar hasta la educación superior y que en estos procesos también existan capacidades y responsabilidades de los entes departamentales y distritales. Es decir, que se avance hacia un sistema desconcentrando.

Investigación

La dimensión de ciencia, tecnología e innovación (CTI) busca generar estrategias para darle forma al sistema nacional, articulando la educación superior a los demás actores y definiendo los instrumentos y la institucionalidad para la regionalización.
Según el CESU, la educación superior fundamenta su misión formativa y su compromiso con la sociedad, en tanto genera, transmite, crea y retroalimenta conocimiento en distintos campos del saber y desde distintas perspectivas.
Por tal motivo, se proponen lineamientos como la conformación de una unidad del Ministerio de Educación Nacional que gestione y oriente los temas de CTI.
Dicha entidad sería la encargada de establecer y financiar laboratorios estatales y centros de investigación y fomentar la interacción en este campo.

Propuesta financiera

La sostenibilidad es un factor clave de política pública, ya que los recursos se deben orientar a que más colombianos tengan la oportunidad de acceso al conocimiento, a la ciencia, a la tecnología y a la cultura, mediante el sistema de educación superior de calidad.
Frente a problemáticas de inflexibilidad, insuficiencia e inequidad regional en el sistema de financiación de la educación superior, sobresale la ausencia de instrumentos para sobrellevar las nuevas cargas tributarias y para afrontar los retos que impliquen garantizar una oferta con inequidad en distribución de recursos.
Es importante que el Estado haga una mayor inversión ante la demanda creciente y que le apueste a inclusión social, calidad y pertinencia, así como a buscar otras fuentes fijas de destinación específica, a fortalecer los apoyos estudiantiles y a abordar el tema de regalías como una política complementaria de financiación en proyectos estratégicos y fortalecimiento del capital social.
Hay que tomar en cuenta que del total de los 25 billones de pesos que recibió el sector educativo del presupuesto general en 2013, 3,3 billones fueron destinados a la educación superior (75,8 % a universidades oficiales, 15,2 % a instituciones de educación superior que son establecimientos públicos, 7,6 % para el ICETEX, 1,1 % en recursos para inversión y 0,2 % en otras transferencias de ley).
Lo que los lineamientos proponen es doblar la cobertura con calidad al año 2034, lo cual implicará una gran inversión y una acción sostenida del Estado que garantice el avance en visión, misión, objetivos y metas.
Las demás apuestas que contiene este Acuerdo por lo Superior 2034 se refieren a regionalización, articulación de la educación media con la superior, formación para el trabajo, desarrollo humano, comunidad universitaria, bienestar, nuevas modalidades educativas, internacionalización y estructura y gobernanza del sistema.
Obviamente esta propuesta del CESU no puede reflejar un acuerdo pleno de todos los actores, pero constituye un buen punto de partida para organizar la discusión en la comunidad académica, construir consensos y precisar las hojas de ruta para consolidar el sistema en un escenario de paz.

¿Quiénes conforman el CESU?

El Consejo Nacional de Educación Superior (CESU) es el máximo órgano asesor del Gobierno en educación superior, fue creado conforme la Ley 30 de 1992 e incluye a todas las IES, tanto públicas como privadas.
Entre los integrantes, se encuentra el ministro de Educación de turno (quien lo preside), el jefe del Departamento Nacional de Planeación (DNP), el rector de la Universidad Nacional de Colombia, el director del Fondo Colombiano de Investigaciones Científicas y Proyectos Especiales "Francisco José de Caldas" de Colciencias, un rector de una universidad estatal u oficial, dos rectores de universidades privadas y un rector de universidad de economía solidaria.
También lo integran un rector de una institución universitaria o escuela tecnológica, estatal u oficial; un rector de institución técnica profesional, estatal u oficial; dos representantes del sector productivo; un representante de la comunidad académica, de una universidad estatal u oficial; un profesor universitario; un estudiante de los últimos años de universidad; y el director del ICFES (Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación), quien tiene voz pero no voto.

Artículo en eltiempo.com

Aquí el documento completo

Las Competencias

Discurso Steve Jobs - Apple.......

http://youtu.be/MHFIeDXgyBw

¿Sabia Usted que....?

¡Basta de Historias! La obsesión latinoamericana con el pasado y las 12 claves del futuro

Una entrevista de CNN con Andrés Oppenheimer (periodista y editor del Miami Herald para América Latina) quien lanza su libro “¡Basta de Historias! La obsesión latinoamericana con el pasado y las 12 claves del futuro”.

Habla sobre la importancia de la educación para el desarrollo de nuestros países y señala el papel que, para el mejoramiento de la calidad educativa, deben cumplir el Gobierno, los docentes, los empresarios, el sindicato.

Comparto las dos sesiones de toda la entrevista, porque contiene planteamientos muy interesantes.

Entrevista - Primera parte (15 minutos)

Entrevista - Segunda parte (8 minutos)

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